Paisaje, comida y buen clima. Eso es lo que buscan los turistas que visitan el Parque Natural de Somiedo. Y lo curioso es que muchos repiten en la zona tras pasar las vacaciones en el concejo en años pretéritos. «Vinimos hace unos años y ahora queríamos enseñárselo a los niños, el paisaje es el motivo principal que nos trae aquí y la cantidad de actividades que se pueden hacer», explica José Ángel López, de Canarias.
Unos recursos a los que, indudablemente, se une el interés de los turistas por ver fauna salvaje, y si son osos mejor. «Vengo exclusivamente a verlos, el año pasado tuve uno a cincuenta metros en Castro y vi tres en total, es un momento muy emocionante», señala Fabian Bol, turista francés. También Miguel Gil, de Valladolid, intentó disfrutar de la estampa del oso cantábrico: «Vimos algo de lejos pero luego nos dimos cuenta que eran jabalíes; de todas formas pasamos un rato agradable», comenta entre carcajadas.
Somiedo gusta y atrapa. «Es la tercera vez que venimos por la tranquilidad que se respira, aquí podemos desconectar», apunta Carlos Verdú, de Valencia. A su lado, Yolanda Andújar insiste en que los paisajes y las costumbres asturianas son otro de los fuertes que les llevan de nuevo a tierras somedanas: «Además, nuestra hija nos lo pidió de regalo de primera comunión y aquí estamos».
Lo cierto es que los números turísticos acompañan en el municipio y en el centro de recepción de visitantes han notado un aumento evidente. Cabe destacar el sector nacional, que después de años a la baja supone ahora la diferencia del incremento. En julio de 2014 pasaron por el concejo un total de 2.752 personas, que este año han crecido hasta los 3.215. «Esas cuatrocientas personas de diferencia son, en su mayor parte, españoles», indica Geli García Cano, responsable de ofrecer la información turística.
Además, los extranjeros que más visitan la zona son franceses y holandeses. «Estos días está llegando mucha gente, esta semana siempre es de las más fuertes del año, y parece que a nivel de ocupación las cosas están muy bien, aunque no está completo al cien por cien», añade García. Por su parte, Olga Suárez, apicultora de Salas, considera que los visitantes valoran mucho los productos artesanos y tradicionales.
La afluencia de turistas se notó ayer en Pola de Somiedo. La lluvia impidió a los veraneantes disfrutar de las rutas y actividades de naturaleza, pero estuvieron entretenidos, ya que el recinto ferial de la capital somedana acoge un mercado de artesanía y productos agroalimentarios que finaliza hoy. Y la cantidad de público se notó en los puestos de venta. «Lo bueno es que el que viene y se para, compra», dice Inés Castro, vendedora de embutidos.
Los turistas se entregaron con la exhibición de talla de madera y disfrutaron aún más de la prueba de queso Afuega’l Pitu. «Está muy rico», declaran los pequeños Unai y Uxue Eguía, de Bilbao. Algunos no abusaron del picoteo porque la hora de comer estaba cerca: «Me gusta todo, el cachopo, la fabada, las croquetas de Cabrales…», asevera Javier Yustas, de Madrid. Otros, como Yolanda Fernández, de Valladolid, prefieren el pote de berzas, «aunque todo está muy rico».
Hoy podrán disfrutar de nuevo del mercado, al que se suma una exhibición de talla de azabache, juegos infantiles y el concierto de Marisa Valle Rosso. Somiedo sube a hombros del turismo.
Fuente lne.es